Un día el Rey Darío, formo sobre su reino varios gobernadores y dentro de estos, tres gobernadores más supremos, con mayor autoridad.  Uno de ellos se llamaba, Daniel. Él se distinguía delante de todos los demás porque él era diferente, él tenía un espíritu superior, y esto le dio mucha confianza al Rey que pensaba de ponerlo encima de todo el reino.

En cuanto les llego el rumor del deseo del Rey a los gobernadores, estos se llenaron de furia y celo al enterarse de que a Daniel querían ponerlo encima que todos.  

Los gobernadores se reunieron para acusar a Daniel delante del Rey, pero no encontraban alguna falla en él, era un hombre limpio y fiel, sin adicciones o malos tratos hacia los demás. 

Uno de los gobernadores dijo,""yo sé que Daniel le es fiel a su Dios viviente, porque no mejor le decimos a nuestro Rey que ponga una nueva ley de 30 días donde nadie debe de honrar a un Dios u hombre que no sea el Rey, y el que no haga caso a la ley sera enviado al calabozo de los leones.

Todos estuvieron de acuerdo con la magnífica propuesta por ellos, y así fueron al palacio del Rey a decirle. El Rey Darío, honrado por este acto, decidió firmar  y hacer la ley suprema, que nadie podía romper más que el mismo Rey.

Fue así que Daniel, como de costumbre, oraba tres veces al día y agradecía a Dios, encerrado en su cuarto, aun sabiendo la nueva ley. Los malvados escucharon a Daniel orando y corrieron a decirle al Rey que Daniel no respeto su ley, y es un hipócrita, y lo deben de lanzar al calabozo de los leones.

El Rey nunca imaginó que su fiel gobernador, a quien le tiene tanta confianza, iba a ignorar su ley, para seguir sirviendo a su Dios viviente.  El Rey, por lo tanto, intentó librarlo, pero los malvados le decían nadie puede romper su ley y  se debe de respetar.

Así que el Rey Darío mando a  echar a Daniel al calabozo de los leones,  pero antes le dijo "que el Dios, tu Dios, al que tú sirves continuamente, te proteja y te libre" y cerraron el calabozo con una piedra gigante, la cual solo se podría abrir y cerrar con el anillo supremo del Rey.