¡Hola! Me llamo Rodón y tengo 6 años. Me encanta ir al cole y reír con mis amigos.

Rodón vivía con su familia en su mundo azul llamado Redondito. Le gustaba jugar a la pelota con su mamá, su papá y sus tres hermanitos.

¡Hola! Me llamo Cuadradita y también tengo 6 años. Nací con un solo ojo, pero veo el mundo igual de bonito que tú.

Cuadradita vivía en su mundo amarillo llamado Cuadrín con sus padres, sus dos hermanos y su abuelita. Le encantaba la playa y jugar con la arena.

¡Hola! Me llamo Triangla, tengo 5 años y me gustan mucho los animales, en especial mi perrito Toby.

Triangla vivía en su mundo rojo llamado Triangular con su mamá, su hermana mayor, su hermanito y su perro. Le encantaba escuchar el canto de los pájaros.

Un día, en todos los mundos donde vivían Rodón, Cuadradita y Triangla con sus familias se aproximaba una tormenta que iba a llevarse todo por delante.

La tormenta y los truenos destrozaban los árboles y todo lo que había a su paso, los pájaros salían corriendo...

La familia del mundo Redondito estaba triste porque la tormenta les destrozó su planeta y se dieron cuenta que ahí no podían vivir.

En el mundo Cuadrín la tormenta hizo que el mar se llevara por delante la playa. La familia de Cuadradita estaba triste y tuvo que subirse a un barco para huir y no ahogarse.

¡No quiero ahogarme papá!

Además, la tormenta destruyó el mundo Triangulito arrasando con los árboles, las flores y haciendo que los pájaros huyeran. Todos estaban muy tristes y asustados.

¡Tengo miedo mami!

Las tres familias se encontraron a las puertas de un castillo, ya que era lo único que la tormenta no había podido destruir.

Para entrar adentro del castillo, las diferentes familias se encontraron con una puerta en la que no era de fácil acceso para todos.

Para entrar adentro del castillo, las diferentes familias se encontraron con una puerta que no era de fácil acceso.

Rodón, Cuadradita y Triangla se quedaron sorprendidos al ver aquella puerta que tenía diferentes formas.

Mi familia no podrá entrar...porque no cabemos...

Pero yo veo triángulos, ¡quizás mi familia y yo sí que podemos pasar!

Mi familia tampoco podrá salvarse de la tormenta...

Tú, Triangla sí que cabes porque esas formas son triángulos.

¡Sí! ¡Sí que he podido pasar!