Dedicado a nuestros alumnos y alumnas por todo el esfuerzo que están haciendo. ¡Ánimo, sois unos campeones y campeonas!

Hija, ven conmigo y toma asiento,

Que te voy a contar un increíble cuento. 

Había una vez un castillo, en el reino de Belalcázar

Que a todos tenía encantados por su belleza y su traza. 

En el castillo vivían los reyes, sabios y generosos

protegidos por el hada de otros cuentos pomposos. 

La reina se lamentaba por no tener descendencia y tras muchos años de espera.

Tuvo una princesita hermosa a la luz de las velas.  

Pensó la reina en un príncipe valiente, que a su hija desposara. Para que por sumisa y cauta su princesita pasara. 

¡Qué dices insensata! mi nieta será piloto.

Será ingeniera y llevará moto.

El hada protectora del reino, mujer valiente y decidida,

 al oír esta ocurrencia, mucho se enfadaría. 

Se convirtió en bruja y a la princesa hechizó.

Que a los siete años y un día, en animal se convertiría.

La reina muy previsora a la princesa encerró

en lo alto de la torre y hasta la boda no saldría.Pero el hechizo estaba hecho y a los siete años pasó: en mariquita chiquita la niña se convirtió. 

Sin nada que hacer todo el día, pasaron años felices

mas que a los niños contar dedos y tocarse las narices. Pero esta vida tan sosa, al hada no convenció

Y un buen día de mañana en abeja la convirtió. 

Como abejita de colmena a las flores sacaba su jugo,

Pero salir de la línea recta no se le ocurría a ninguno.

Harta de trabajar y a todos agradar.

De la colmena escapó y cuando la iban a atrapar en ratita se convirtió.

Pero tan presumida y coqueta era que nada más le importaba

que buscar lazos y joyas que a un buen marido agarrara.

Pasaba la rata el rato, se engalanaba sin parar,

Pero se encontró con un gato que solo quería arañar

Y se enamoró de él sin ver sus intenciones

Y cuando se la iba a comer...