La Gran Búsqueda del Tesoro de Jesús
“Una aventura alrededor del mundo… y dentro del corazón.”
Alai, Eva e Isak Pamplona, junto a sus papás y sus fieles amigos Mia, Canela y Rayo, encuentran un mapa misterioso que los lleva por el mundo —¡y más allá!— en busca del Tesoro de Jesús. Con cada paso descubren que la verdadera riqueza está más cerca de lo que imaginaban.
Un viaje lleno de fe, amor y esperanza que te recordará que tú también puedes encontrar el tesoro… si buscas con el corazón.
Versículo destacado:
“Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.”
— Mateo 6:21

Introducción: ¡Bienvenido a la Aventura!
Hola, pequeño explorador. Hola, querida familia.
Este libro fue escrito para ti, que tienes un corazón curioso, valiente y lleno de sueños. Jesús quiere que lo busques, no c on miedo, sino con alegría, como en una gran aventura.
En estas páginas, conocerás a la familia Pamplona: Mamá, Papá, Alai, Eva, Isak… y sus tres amigos peludos, Mia, Canela y Rayo. Ellos te llevarán por desiertos, mares, montañas ¡y hasta el espacio! Pero lo más increíble es que al final descubrirás que el mayor tesoro no está lejos… está muy cerca.
Así que abre bien los ojos, escucha con el corazón y prepárate para encontrar el Tesoro más hermoso: el amor de Jesús en tu vida.
¿Listo?
¡La aventura comienza ahora!
Capítulo 1: El Mapa Misterioso
Era una tarde tranquila en el jardín de la familia Pamplona. El sol brillaba cálido, y las nubes parecían algodón flotando en el cielo. Alai, Eva e Isak jugaban entre risas con sus tres fieles amigos: Mia la perrita, Canela la gatita y Rayo el mapache travieso.
Mientras cavaban en la tierra para construir un castillo de barro, Isak sintió algo duro con su pala de juguete.
—¡Escuché un “clonc”! —dijo sorprendido.
Los tres hermanos comenzaron a cavar con entusiasmo hasta que descubrieron una caja de madera antigua, adornada con símbolos dorados.
—¡Parece un tesoro de verdad! —gritó Eva con los ojos brillando.
Con cuidado, Alai abrió la tapa y dentro encontraron un mapa brillante, con letras doradas que decían:
“El verdadero Tesoro de Jesús se encuentra en el corazón de quien cree.
para descubrirlo, deberán recorrer el mundo con fe, amor y esperanza.”
Mamá, que estaba regando las plantas con sus lentes en la nariz, se acercó sonriendo. Papá, que leía un libro bajo el árbol, se levantó curioso.
—Parece que nos espera una gran aventura —dijo Papá con una sonrisa.
—¿Vamos todos? —preguntó Eva.
—¡Claro! —respondió Mamá—. La familia Pamplona siempre va junta.
Mia ladró feliz, Canela maulló suavemente y Rayo dio una vuelta entusiasmado.
Así comenzó la Gran Búsqueda del Tesoro de Jesús.

Capítulo 2: Las Arenas del Amor (Egipto)
La familia Pamplona subió a un avión especial que los llevó hasta el lejano desierto de Egipto. Desde lo alto, vieron dunas doradas que se extendían hasta donde alcanzaba la vista, y pirámides majestuosas tocando el cielo.
Al llegar, caminaron por la arena caliente montados en camellos. Rayo llevaba gafas de sol, Mia usaba un pañuelo colorido y Canela se refugiaba en una canasta fresca.
En medio del desierto, conocieron a un anciano sabio que les ofreció agua fresca y les habló con dulzura:
—El amor de Jesús es como este oasis —dijo—: refrescante, generoso y eterno. No se agota, incluso en el desierto más seco.
Mientras jugaban cerca de unas piedras, Canela encontró una roca en forma de corazón. Debajo, una inscripción brillaba: “AMOR”.
Los niños miraron a sus padres con ternura, y todos se tomaron de las manos. El mapa volvió a brillar suavemente, marcando el próximo destino.
Versículo del día:
“El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni orgulloso…”
— 1 Corintios 13:4

Capítulo 3: Bajo las Aguas de la Confianza (Océano Pacífico)
El mapa los guió hacia una playa brillante, donde un submarino de colores los esperaba entre las olas. Tenía forma de pez y una gran cruz pintada en su costado. Alai, Eva e Isak se pusieron trajes de buceo mientras Mia, Canela y Rayo se preparaban con pequeñas mochilas impermeables.
—¿Y si nos perdemos bajo el agua? —preguntó Isak.
—Jesús está con nosotros en cada rincón del mundo, incluso en lo profundo del mar —respondió Mamá con una sonrisa.
Mientras el submarino se sumergía en el Océano Pacífico, todo se volvió azul y silencioso. Peces de mil colores nadaban a su alrededor, y un grupo de tortugas marinas los guiaba como si ya supieran a dónde iban.
—Confiar en Jesús —dijo Papá mientras observaban una ballena pasar cerca— es como flotar en el agua. No lo ves, pero te sostiene.
De pronto, Mia comenzó a ladrar emocionada. En el fondo del mar, una gran concha se abrió lentamente. Dentro, brillaba una nueva palabra: “CONFIANZA”.
—¡La segunda pista! —gritó Eva—. ¡Estamos más cerca del Tesoro!
El mapa se iluminó de nuevo y marcó el siguiente destino.
Versículo del día:
“Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia inteligencia.”
— Proverbios 3:5

Capítulo 4: Volando Alto con la Fe (Los Andes)
Después de su aventura bajo el mar, la familia Pamplona se encontró en una pradera al pie de las montañas nevadas de los Andes. Frente a ellos había un enorme globo aerostático con rayas de colores que decía: “Viaje de Fe”.
—¿Esto volará hasta las montañas? —preguntó Eva, mirando hacia el cielo.
—Sí, pero no sabemos exactamente cómo —respondió Papá—. A veces, la fe es como volar: no vemos el camino completo, pero confiamos en que llegaremos.
Subieron al globo con emoción. Mientras ascendían, el aire se volvía más frío, pero también más limpio y brillante.
Desde lo alto, podían ver ríos serpenteando como cintas de plata y llamas pastando tranquilas entre los cerros.
De pronto, una fuerte ráfaga de viento hizo que el globo se tambaleara.
—¡Tengo miedo! —dijo Alai abrazando a Mamá.
—Recuerda, Alai —susurró Mamá—, cuando tenemos fe, no caminamos solos. Jesús está con nosotros, incluso en el viento.
Cuando el globo alcanzó la cima de una montaña nevada, una gran cruz de piedra apareció entre la nieve. Justo frente a ella, la nieve se derritió suavemente y reveló la siguiente palabra: “FE”.
—¡Tercera pista! —gritó Isak—. ¡Esto se está poniendo emocionante!
Versículo del día:
“La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
— Hebreos 11:1

Capítulo 5: En el Silencio del Espacio (Estación Celestial)
El mapa brilló como nunca antes, y una nueva ruta se abrió… ¡hacia el espacio! En una base secreta al borde del desierto, los esperaba un cohete blanco con una estrella dorada en la punta.
—¿Vamos… al cielo? —preguntó Isak con los ojos abiertos como platos.
—Sí —respondió Mamá—. Vamos a descubrir lo que Jesús puede enseñarnos incluso en el silencio de las estrellas.
Con trajes espaciales puestos y sus mochilas listas, la familia Pamplona subió al cohete junto a Mia, Canela y
Rayo (que llevaba un casco especial muy gracioso). En segundos, ¡despegaron hacia el espacio exterior!
Desde la ventana del cohete, vieron el planeta Tierra brillar como una canica azul. Estrellas, planetas y galaxias los rodeaban en un silencio profundo y perfecto.
Llegaron a una estación espacial flotando en medio del universo. Allí, no se escuchaba nada… solo el suave sonido de su respiración.
—Aquí es donde Jesús más se escucha —dijo Papá con voz suave—. En el silencio, cuando el corazón está quieto.
En una sala de cristal, encontraron una pequeña piedra
flotando con una palabra grabada: “ESCUCHA”. El mapa se iluminó una vez más, revelando un camino brillante que los guiaba… ¡de regreso a casa!
Versículo del día:
“Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.”
— Salmo 46:10

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La Gran Búsqueda del Tesoro de Jesús
“Una aventura alrededor del mundo… y dentro del corazón.”
Alai, Eva e Isak Pamplona, junto a sus papás y sus fieles amigos Mia, Canela y Rayo, encuentran un mapa misterioso que los lleva por el mundo —¡y más allá!— en busca del Tesoro de Jesús. Con cada paso descubren que la verdadera riqueza está más cerca de lo que imaginaban.
Un viaje lleno de fe, amor y esperanza que te recordará que tú también puedes encontrar el tesoro… si buscas con el corazón.
Versículo destacado:
“Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.”
— Mateo 6:21

Introducción: ¡Bienvenido a la Aventura!
Hola, pequeño explorador. Hola, querida familia.
Este libro fue escrito para ti, que tienes un corazón curioso, valiente y lleno de sueños. Jesús quiere que lo busques, no c on miedo, sino con alegría, como en una gran aventura.
En estas páginas, conocerás a la familia Pamplona: Mamá, Papá, Alai, Eva, Isak… y sus tres amigos peludos, Mia, Canela y Rayo. Ellos te llevarán por desiertos, mares, montañas ¡y hasta el espacio! Pero lo más increíble es que al final descubrirás que el mayor tesoro no está lejos… está muy cerca.
Así que abre bien los ojos, escucha con el corazón y prepárate para encontrar el Tesoro más hermoso: el amor de Jesús en tu vida.
¿Listo?
¡La aventura comienza ahora!
Capítulo 1: El Mapa Misterioso
Era una tarde tranquila en el jardín de la familia Pamplona. El sol brillaba cálido, y las nubes parecían algodón flotando en el cielo. Alai, Eva e Isak jugaban entre risas con sus tres fieles amigos: Mia la perrita, Canela la gatita y Rayo el mapache travieso.
Mientras cavaban en la tierra para construir un castillo de barro, Isak sintió algo duro con su pala de juguete.
—¡Escuché un “clonc”! —dijo sorprendido.
Los tres hermanos comenzaron a cavar con entusiasmo hasta que descubrieron una caja de madera antigua, adornada con símbolos dorados.
—¡Parece un tesoro de verdad! —gritó Eva con los ojos brillando.
Con cuidado, Alai abrió la tapa y dentro encontraron un mapa brillante, con letras doradas que decían:
“El verdadero Tesoro de Jesús se encuentra en el corazón de quien cree.
para descubrirlo, deberán recorrer el mundo con fe, amor y esperanza.”
Mamá, que estaba regando las plantas con sus lentes en la nariz, se acercó sonriendo. Papá, que leía un libro bajo el árbol, se levantó curioso.
—Parece que nos espera una gran aventura —dijo Papá con una sonrisa.
—¿Vamos todos? —preguntó Eva.
—¡Claro! —respondió Mamá—. La familia Pamplona siempre va junta.
Mia ladró feliz, Canela maulló suavemente y Rayo dio una vuelta entusiasmado.
Así comenzó la Gran Búsqueda del Tesoro de Jesús.
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