Nuestra historia tiene lugar en Winnsboro, al este de Texas, en una carretera 77. Rancho de acre y finca ganadera. Nuestro personaje principal es Johnny Antonio alias "The Cow Lick Kid" y su padre Marco, su madre Lucia y su hermana Carmen. Es el 21 de agosto de 1967. Es un día caluroso y ventoso, y Johnny y su padre están tomando el tractor y el remolque cargados con heno para el ganado en los 40 acres traseros. Johnny está sentado en uno de los fardos de heno directamente detrás de su padre mientras su padre conduce el tractor

hacia el área de alimentación donde el ganado se reúne para comer. De repente se oye un sonido de disparos procedente de la línea de árboles, justo más allá de los límites de su propiedad. Pow, pow, pow, pow, "¡Agáchate, hijo!" grita Marco. ¡Me han golpeado hijo, mantente agachado!"

mientras su padre conduce el tractor hacia el área de alimentación donde el ganado se reúne para comer. De repente se oye un sonido de disparos procedente de la línea de árboles, justo más allá de los límites de su propiedad. Pow, pow, pow, pow, "¡Agáchate, hijo!" grita Marco. ¡Me han golpeado hijo, mantente agachado!"

 
Marco resulta herido en el hombro, pero no de gravedad. Él y Johnny regresan a casa, donde dos miembros de la iglesia acaban de llegar y se apresuran a ayudar a Marco a entrar a la casa. Llevan el tractor de regreso a los veinte inferiores y terminan de alimentar al ganado.

Tienes razón, hijo, arrodíllate y ora por tu viejo padre y por todos los interesados en este evento. Pide al buen Dios que tenga piedad de aquellos que quieren hacernos daño.

Después de la comida, el sheriff Curly dice: "Marco, bajemos al lugar donde te rozó la bala y veamos si podemos encontrar alguna evidencia del tirador". Genial, dice Johnny, ¿puedo ir yo también? El sheriff dice: "Claro, Johnny, tal vez puedas ayudar a encontrar algún casquillo para ayudar a identificar el arma que usaron". Carmen dice: "¿Puedo ir yo también?"

El sheriff Bill se rasca la cabeza y dice: "Por supuesto, cariño, no vamos a dejar de lado esos ojitos tuyos. ¡Tú podrías ser el pequeño que abra este caso de par en par!". Lucía dice: "Marco, ¡tú y los niños, por favor ten cuidado!" "Todos estaremos bien, Lucía. Voy a llamar a un par de guardabosques de Texas para que nos reúnan allí", dice Bill. "Encontraremos a esta gente diabólica".

LA ESCENA DEL CRIMEN:

Bill Curly estaciona su patrulla al costado de la sinuosa carretera rural. El camino está a sólo 200 yardas del límite de la cerca trasera de Marco. Pronto llegan dos Texas Rangers que llegan desde direcciones opuestas. Ellos también estacionan y saludan a Bill, Marco y los niños. "Hola Bill", dice Ralph Smith agarrando la mano de Bill en un saludo amistoso.

"¿Quiénes son estas personas contigo, Bill?" "Esta es la familia Antonio, Marco, Johnny y Carmen". Marco Antonio, usted es el predicador de la pequeña iglesia

bautista de Main Street, ¿no?", pregunta Ralph mientras se seca el sudor de la frente con un gran pañuelo rojo. "Sí, señor, mientras estrecha la mano de Ralph".

Lo siento Marco, se parece a quien sea.

Te disparó era un profesional y nos dejó.

sin pistas para realizar un arresto.

De repente, un grupo de pandilleros aparece desde el otro lado de la colina y rodean al sheriff, a Marco y a sus hijos. "Manténgase cerca", dice el sheriff Curly, ¡estos tipos son un problema

 Al líder lo llaman "GRAN MALO". La pandilla se baja de sus bicicletas y sigue a Big Bad para hablar con Marco y los demás. El sheriff Curly dice: "Quizás necesite pedir refuerzos".

"Oh, no, no lo harás", dice uno de los motociclistas mientras agarra las radios de ambos oficiales. "Ustedes dos cerdos retrocedan porque quiero tener una reunión con el predicador Marco. Marco conoce a Big Bad porque visitó a su hermana pequeña en el hospital hace unos meses. "Oye, predicador, nos volvemos a encontrar", mientras Big Bad extiende su mano y le da la mano a Marco. "Hola, Gran Malo, ¿cómo estás?", pregunta Marco. "Soy un predicador genial, te dije en el hospital que agradecía que visitaras a mi hermana pequeña Rosa y oraras por ella. Me diste una pequeña Biblia del tamaño de la palma de la mano antes de irte, mira, todavía la llevo conmigo.